Sudamérica y la zona andina en especial, no se constituyen en una amenaza para los EE.UU. desde el punto de vista de poder militar o económico, pero si como posible escenario de una “pax mafiosa”, tendencias al caos y el desorden. El proceso que tiene lugar en la zona de los Andes se caracteriza por estados inestables (Bolivia, Ecuador), soberanías seriamente dañadas (Colombia), regímenes democráticos dañados (Venezuela) y mayores niveles de militarización (Colombia, Ecuador, Perú). A las tensiones inter-estatales (Venezuela-Colombia, Chile-Bolivia) se suman dinámicas de seguridad transnacionales en ascenso (narcotráfico, lavado y guerrilla) y conflictos sociales originados no sólo en factores económicos sino también identitarios. Llegado a este punto, cabría reflexionar sobre la posibilidad que la Argentina y Brasil en particular y la región en general encuentren en este listado de desafíos a la seguridad ciudadana y a la seguridad nacional un verdadero espacio para la convergencia de percepciones y desarrollo de políticas que le den al MERCOSUR un mayor contenido e identidad en materia política y de seguridad.