El propósito de este documento es caracterizar la creciente relación de China en América Latina y el Caribe desde la perspectiva de Estados Unidos, la respuesta de Estados Unidos a esa relación y algunas de las oportunidades y desafíos que la relación cambiante crea para todas las partes. Se argumenta que es probable que algunos de los mayores desafíos no provengan del compromiso militar entre China y América Latina, sino más bien de la creciente presencia física de empresas chinas sobre el terreno en la región, y de los subproductos de la expansión de las interacciones comerciales, como la actividad criminal transpacífica.