Tanto el fenómeno del terrorismo como nuestro concepto de él dependen del contexto histórico, es decir político, social y económico, y de la forma en que los países, grupos e individuos que participan en él, o que responden a las acciones que llamamos terrorismo, se relacionan con el mundo en el que actúan. Las causas y los efectos del terrorismo son comprensibles únicamente en términos de conflictos políticos en determinados periodos históricos. La actual diferencia entre América Latina y los Estados Unidos en el concepto de terrorismo y la orientación política que establecerá una estrategia antiterrorista común en el hemisferio occidental responde al carácter imprevisto y dinámico de este fenómeno. Por lo tanto, a efectos de reducir esta diferencia actual, se requiere una orientación eficaz para la formulación de políticas antiterroristas en América Latina y Estados Unidos, de acuerdo con una estrategia común, clara y futura que pueda establecer, hacer cumplir y perfeccionar constantemente un plan político y militar unificado y generar apoyo nacional e internacional que sea congruente.