Algunos casos relacionados con la lucha contra el terrorismo, entre otros, han desafiado algunas de las categorías del derecho internacional del uso de la fuerza, generando un enfrentamiento constante entre aquello que se considera legítimo y aquello que es legal. La invasión de los países aliados en Irak y Afganistán, la intervención de la OTAN en Kosovo y la incursión del estado colombiano en territorio ecuatoriano para atacar un campamento de la guerrilla de las FARC han puesto a prueba el régimen legal existente y subrayado algunas de sus limitaciones, cuestionando el tratamiento que se le ha dado a conceptos tales como "legítima defensa", "ataque armado", "necesidad" y "proporcionalidad". Existen alternativas para conjurar algunos de los problemas principales que se presentan, incluyendo la posibilidad de revisar la composición y procedimiento de toma de decisiones al interior del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. La doctrina del uso de la fuerza preventiva, a la cual se ha recurrido en mayor grado por parte de los estados en la lucha contra el terrorismo, es un camino peligroso que amenaza con socavar derechos y de atentar contra libertades. Históricamente rechazada en general, no es aconsejable que la doctrina se fortalezca como institución de derecho público internacional.