Este artículo examina la política exterior de América Latina y el Caribe hacia la República Popular China. Descubre que, en el caso de las naciones que reconocen a Taiwán, la mayoría de las naciones latinoamericanas han tenido relativamente pocas diferencias políticas con la RPC. Las excepciones son la candidatura de Brasil a un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU y la recepción del Dali Lama por parte de México bajo el sexenio de Felipe Calderón. Dentro de la región, las diferencias más importantes han surgido en cuestiones de política económica exterior. El artículo concluye que la heterogénea orientación de América Latina hacia China en materia económica puede entenderse en términos de cuatro divisiones transversales, que reflejan las divisiones económicas, políticas y geográficas de la región en general: (1) norte frente a sur, (2) regímenes populistas frente a economías de mercado, (3) exportadores puros de recursos frente a exportadores industrializados frente a receptores de capital no exportadores frente a importadores puros, y (4) Pacífico frente a Atlántico.