Después de la Guerra Fría, los países europeos, tanto del este como del occidente, enfrentaron la misma interrogante; es decir, cómo responderían sus organizaciones militares y las de sus vecinos a los cambios en las relaciones internacionales, a sus percepciones de las amenazas (ya sean regionales o globales) y al control de la seguridad entre las naciones. Ante esta nueva realidad, sus procesos de cambio se vieron influenciados inevitablemente por una nueva concepción de roles enmarcados en la cooperación y aun más que eso, en la integración. Esas nuevas demandas transforman en imperativos de cumplir ante tales procesos, la obtención de un grado de "interoperabilidad" aceptable entre sus fuerzas. En un contexto regional de alianzas diferente, nuestra región americana y específicamente sus fuerzas armadas, han transitado de manera ascendente a actividades concretas de cooperación, de manera especial en orden a integrar fuerzas multinacionales para Operaciones de Paz (Caso MINUSTAH en Haití), en las cuales, el factor "interoperabilidad" ha jugado un rol fundamental en cuanto a su empleo y grado de cumplimiento de la misión. El presente artículo, pretende poner de relieve, bajo un punto de vista académico y objetivo, la importancia de tales capacidades en el ámbito de la cooperación e integración entre las fuerzas.