Hoy en Brasil hay un consense en cuanto a la necesidad de promover cambios substantivos en nuestro actual sistema de seguridad pública. El desinterés histórico, intencional o no, de la clase política y de nuestras élites en cuanto a la importancia estratégica de las organizaciones policiales en la sustentación de las garantías individuales y colectivas, es una postura que ya no se puede sostentar en la arena pública. El sistema de defensa pública sucumbió forzosamente a las presiones de la sociedad brasileña por una prestación de servicios capaz de acompañar los imperativos de una ciudadanía extendida a todos los brasileños. Con todo, el desinterés no dejó de contribuir a la cristalización de una crisis institucional sin precedentes. Las policías contamporáneas, tal vez más que cualquier otra agencia de defensa y control social difuso, As polícias contemporâneas, talvez mais que qualquer outra agência de defesa e controle social difuso, resultaron ser extremadamente permeables y sensibles a las constantes transformaciones del mercado de la ciudadanía. Dentro de las cuestiones más candentes que mobilizan el debate público sobre la reforma de la policia brasileña, se destaca el proceso formativo de los policias militares. La creación de un foro de discusión incluyendo a todos aqueles actores que pueden contribuir en forma directa o indirecta para la reforma de la enseñanza policial, es una de las muchas posibilidades de construir alternativas creativas y viables.