La política de seguridad democrática, cuyo propósito original es la garantía de la seguridad de los ciudadanos y el Estado de derecho, el orden institucional y el fortalecimiento del Estado, junto con la garantía del ejercicio democrático mediante la seguridad, ha tenido notable impacto nacional, regional y mundial. Ha puesto en muchos momentos la lucha colombiana contra el terrorismo en el escenario internacional y varias de sus acciones se han manifestado en escenarios internacionales. La política de seguridad democrática (PSD), implementada desde el año 2003 por el presidente Álvaro Uribe Vélez durante sus dos periodos de gobierno, se ha convertido en el símbolo de su administración y en la piedra angular de los éxitos de su gestión. En la búsqueda por retornar al país al orden y traer seguridad al pueblo colombiano, ha pasado de ser una política de gobierno a un pilar de la acción del Estado colombiano y se ha convertido en un elemento insustraible del ejercicio del Ejecutivo, al punto de ser uno de los elementos comunes de continuidad en las propuestas de casi todos los candidatos presidenciales y del nuevo gobierno, elegido en junio del 2010.