En Latinoamérica, la adquisición de equipamiento militar ha experimentado una creciente complejidad y dificultad, derivado del vertiginoso incremento tecnológico que se ha incorporado a los medios bélicos. Ante la complejidad y sofisticación de los equipos o materiales, nos enfrentamos ante un sistema de armas integrado y que necesariamente debe interactuar con otros sistemas. La mayor tecnología incorporada, permite aumentar la capacidad letal de los sistemas de armas y por ende incrementar la capacidad militar de una fuerza militar. Por otro lado, esta mayor sofisticación ha aumentando aún más la brecha tecnológica entre los países industrializados y los países en vías de desarrollo, como es el caso latinoamericano, siendo el procedimiento de adquirirlo el más usual. Ante tal situación, se debe evaluar y analizar concienzudamente el material probable de adquirir, de tal manera de impedir ineficiencias y gastos estériles, considerando que los recursos siempre son escasos. De allí la importancia de estructurar metodologías eficientes, para evaluar la efectividad técnica de los sistemas de armas y su costo asociado.