El papel de las mujeres en el combate ha sido un tema controvertido en las fuerzas armadas estadounidenses durante décadas. Sin embargo, sólo hace 30 años que las primeras mujeres se graduaron en la Academia Militar de Estados Unidos, y sólo desde el 11 de septiembre un gran número de ellas ha servido en zonas de combate junto a sus homólogos masculinos. Este artículo examina la vida, demasiado breve, de una de ellas, la 2LT Emily Pérez, que fue la primera graduada de West Point en morir en la línea de fuego en Irak y la primera miembro de la "Clase del 11-S" en morir en combate. Se incluye una comparación estadística de la representación femenina en las tres principales academias de servicio de Estados Unidos, junto con un análisis de la aparición de minorías. Esta soldado, afroamericana con raíces paternas en Puerto Rico, personificó todo lo bueno de las mujeres que sirven en combate, dispuestas a sacrificar su vida por los intereses de su país. El legado de la 2LT Pérez sigue vivo hoy en día entre su familia, sus amigos, sus compañeros de clase, sus colegas soldados y las singulares causas benéficas que promueven los valores que ella apreciaba. Lo que sigue es un homenaje a "Emily's Way".