En este artículo, las autoras afirman que América del Norte está en una posición única para liderar la implementación de la agenda de Mujeres, Paz y Seguridad (MPS). USNORTHCOM cuenta con sólidas asociaciones en MPS con Canadá, México y las Bahamas, así como colaboraciones regionales con el Centro Ted Stevens para la Seguridad Ártica, el Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad, el Centro de Estudios de Defensa Hemisférica William J. Perry y la Junta Interamericana de Defensa. Las lecciones aprendidas de USNORTHCOM durante la Operación Bienvenida a los Aliados (OAW) siguen moldeando el futuro de los asesores de género del Departamento de Defensa y ampliando los contextos operativos para la implementación de WPS. WPS proporciona una ventaja asimétrica en la competencia estratégica. Invertir en el talento de toda la gente, fortalece la democracia y las asociaciones con naciones afines, modelando diversidad e inclusión y priorizando la protección de poblaciones vulnerables, lo cual refuerza la resiliencia nacional y la credibilidad global, asegurando así ventajas competitivas.
El Plan Colombia y la Iniciativa Mérida son las dos iniciativas estadounidenses de ayuda a la seguridad más importantes del siglo XXI en América Latina. En un momento en que los objetivos estadounidenses en Oriente Medio y Asia Central flaqueaban, Colombia fue una rara victoria de la política exterior estadounidense, un escaparate para la estabilización y la reforma del sector de la seguridad. Por el contrario, México tuvo dificultades para revertir el azote de la delincuencia y la violencia en el país, incluso con una afluencia de recursos destinados a profesionalizar las instituciones de seguridad, defensa y judiciales del país.
Mientras Washington reconsidera su enfoque para estabilizar países en crisis tras la desafiante retirada de Afganistán, el análisis comparativo de Colombia y México de Del caos a la cooperación ofrece lecciones tanto para los académicos como para los responsables políticos, proporcionando ideas sobre la eficacia de la ayuda estadounidense a la seguridad y las condiciones necesarias y las partes interesadas en los países socios que facilitan el éxito. El apoyo del sector privado, el consenso interpartidista sobre las políticas de seguridad y la centralización de la burocracia de seguridad fueron factores cruciales para el éxito de Colombia. La ausencia de estas características en México contribuyó a la caída del país en el caos, que culminó con la tasa de homicidios más alta de la historia del país a finales de la década de 2010.
Basándose en un extenso trabajo de campo, Del caos a la cooperación evalúa hasta qué punto los programas de ayuda a la seguridad contribuyeron a mejorar la eficacia operativa y la responsabilidad democrática de los socios de Washington: las fuerzas de seguridad colombianas y mexicanas. Responde por qué el Plan Colombia logró sus objetivos y por qué la Iniciativa Mérida no cumplió los suyos en México. Y, lo que es más importante, va más allá de la teatralidad de la guerra contra el narcotráfico y del enfoque de "talla única" de la estabilización dirigida por EEUU, devolviendo a la vez la agencia a las instituciones receptoras de la ayuda estadounidense en materia de seguridad y ayudando a trazar el camino hacia una política estadounidense más matizada y eficaz.
Angelo, Paul. Del caos a la cooperación: Asistencia de seguridad estadounidense y la apuesta para estabilizar a Colombia y México. Oxford: Editorial de la Universidad Oxford, 2024.
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Estados Unidos desembolsa miles de millones de dólares en su programa de cooperación en materia de seguridad para desarrollar "fuerzas de seguridad profesionales, responsables y capaces" en otros países, como parte de una gran estrategia para mejorar la estabilidad mundial y contrarrestar el extremismo violento. Sin embargo, a pesar de su gran inversión en la profesionalización de ejércitos extranjeros, Estados Unidos carece de una definición funcional de profesionalismo militar, un término que hasta ahora se ha considerado demasiado vago y polifacético como para operacionalizarlo. En este artículo, el autor trata de remediar esta omisión, basándose en veinte años de trabajo de campo sobre cooperación en materia de seguridad en América Latina y África, así como en una enérgica revisión bibliográfica, para definir cuatro componentes importantes de la profesionalidad militar: (1) educación militar formal y formación profesional, (2) subordinación militar a funcionarios civiles electos, (3) conocimiento y práctica del derecho de los conflictos armados y de la legislación sobre derechos humanos, y (4) un programa claramente establecido de ética militar profesional. Este artículo proporciona directrices para los funcionarios estadounidenses y europeos que trabajan con países socios para desarrollar fuerzas militares más profesionales y, en particular, para los funcionarios que gestionan programas de ayuda a la seguridad con países en vías de desarrollo.
Paterson, Patrick. “Medición del profesionalismo militar en países socios: Orientación para funcionarios de asistencia en materia de seguridad.” Journal of Military Ethics 18 (2) 2019: 145-63.
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