Implicaciones estratégicas de la relación en desarrollo entre China y Latinoamérica
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18 Nov 2009
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Exponente del Instituto BrookingsEl 6 de noviembre de 2009, el Centro para Estudios de Defensa Hemisférica (CHDS), en asociación con The Brookings Institution, llevaron a cabo una conferencia de una jornada sobre las «Implicaciones estratégicas de la relación en desarrollo entre China y Latinoamérica». La conferencia fue asistida por más de 220 personas, quienes representaban diversas clases de audiencias, desde agencias gubernamentales de los Estados Unidos, a diplomáticos, comunidades empresariales y académicas y grupos expertos interesados en el tema.

El tono de la conferencia fue cuidadosamente positivo. La relación de la República Popular China (RPC) con Latinoamérica fue aceptada como algo obvio y reconocida como una transformación de la región en un gran número de maneras. El foco de la conferencia fue principalmente el reconocimiento y administración de los desafíos que pueden surgir a partir de esta relación, en lugar de un foro que busca debatir si China es una amenaza que debe ser resistida o una panacea del desarrollo regional.

El Dr. Frank Mora, Subsecretario Adjunto de Defensa para el Hemisferio Occidental, utilizó el evento para presentar una declaración de políticas respecto a la relación de China con el Hemisferio Occidental; uno de los primeros intentos del gobierno de Obama en el asunto. En sus observaciones, Mora hizo hincapié en que el interés del gobierno por las actividades de la RPC en el hemisferio está ligado a la importancia fundamental que tiene la seguridad y prosperidad regional para la seguridad nacional de los EEUU.

Mora dio énfasis en los fuertes lazos de los EEUU con la región y las formas en que esta relación beneficia a la misma, que abarca el flujo de envíos a Latinoamérica, la inversión de EEUU en la región (mucho mayor que la inversión de la RPC allí), el flujo de comercio bilateral (el cual es mucho mayor que el que realiza la RPC en la región, en donde los EEUU, a diferencia de la RPC, es un importador neto fuerte).

Más que caracterizar las actividades de la PRC en Latinoamérica como una amenaza, Mora se centró en las oportunidades que surgen de la colaboración con la RPC, en un contexto internacional. Estas incluyeron: 1) contribuir con la oportunidad económica en la región, mediante comercio e inversión disminuyendo, de este modo, la pobreza, fomentando la diversidad económica (que apoya la regla democrática), y fomentando el desarrollo, el cual puede mejorar los desafíos de seguridad como territorios sin suficiente gobierno o no gobernados al proveer incentivos y recursos para instituciones gubernamentales más contundentes o al apoyar directamente los proyectos de infraestructura que se conectan mejor con áreas remotas; 2) cooperación para luchar contra los narcóticos, armas y tráfico de personas u otras formas de crimen transnacional.

Mora reconoció que bajo las circunstancias correctas, las ventas militares de la RPC a la región podrían ayudar a los estados a administrar más efectivamente su territorio y a combatir amenazas tales como narcóticos armas y tráfico de personas, pero que se requiere una mayor transparencia por parte de la RPC respecto a sus intenciones y objetivos.

El orador durante el almuerzo, el General (ret.) Bernard Loeffke, argumentó que la colaboración en asistencia médica y otras actividades filantrópicas podrían servir como base para la colaboración de EEUU-RPC en Latinoamérica, y que esta colaboración podría servir como una base para mejorar la relación de EEUU-RPC en general.

El primer panel de la conferencia reconoció que la relación de China con Latinoamérica se extiende más allá del comercio e inversión y que va desde el interés en cooperación militar, tecnológica, política y sociocultural, una observación confirmada en el primer libro blanco de China que trataba sus relaciones con Latinoamérica, publicado en conjunto con la visita del presidente de la RPC Hu Jintao a Latinoamérica en noviembre de 2008, y reiterado en la conferencia del Dr. Jiang Shixue, la persona que estuvo al frente de la presentación de este libro blanco ante el mundo. No obstante, a pesar de la prosperidad de las nuevas iniciativas y el interés en ambos lados por desarrollar las relaciones, se reconoció que la relación de China con Latinoamérica está relativamente limitada por la falta de entendimiento entre Latinoamérica y China, como así también por las barreras culturales y del idioma.

Los paneles dos y tres plantearon un número de desafíos que surgen de la relación económica de la RPC con la región:

A medida que aumenta el comercio y la inversión de China con la región, aumentará el riesgo de las políticas de los gobiernos que proveen acceso a las regiones y mercados. En algunos casos, como el de Venezuela, la RPC puede encontrarse involucrado en confrontaciones con los vecinos de Caracas, quienes no apoyarían sus intereses generales. La RPC se enfrentará ante difíciles decisiones, y necesita decidir si dar fin al apoyo financiero y demás ayuda a los regimenes que amenazan sus objetivos más amplios al estabilizar la región, lo cual proveerá a la RPC de importantes bienes y/o mercados.

De modo similar, la RPC puede verse tentada a presionar, o incluso actuar contra un régimen, si ese régimen intenta expropiar importantes posesiones de la RPC, o cortar flujos de recursos clave para la RPC.

En política local, a medida que la RPC se involucra más en las operaciones en sectores extractivos de los países, será desafiado por los activistas ecológicos, uniones, personas indígenas y otras fuerzas. Las compañías chinas pueden descubrir que son más vulnerables que las multinacionales occidentales al administrar esas relaciones de una manera que incrementa una crisis.

En el área económica, el comercio con la RPC puede causar el refuerzo de la concentración de Latinoamérica en las industrias de relativamente bajo valor, como la agricultura y la minería, sujetas a las idiosincrasias de la variación en el precio de la materia prima. Asimismo, se destacó que Latinoamérica también será culpable si no aprovecha las ganancias inesperadas de las materias primas e invierte en un desarrollo más sostenible.

El panel tres hizo hincapié en los lazos militares con Latinoamérica que se encuentran a un nivel relativamente bajo, a pensar de que en algunos casos China ha vendido más artículos sofisticados, esto incluye la venta de radares aéreos de vigilancia a Venezuela y Ecuador, y aviones de combate a Venezuela y Bolivia. Un factor limitante importante para tales transacciones es que el tipo y calidad de los equipos chinos a menudo no coincide con las necesidades militares de Latinoamérica, ni tampoco pueden ser apoyados por las infraestructuras de mantenimiento existentes.

El Presidente del Ministerio de Defensa de CHDS, el Dr. Oswaldo Jarrin, observó que la expansión comercial de China, de oriente a través del Pacífico, intersecta con la expansión comercial de Brasil, del occidente a través de continente, creando oportunidades e interacciones estratégicamente importantes donde los dos convergen, como en Ecuador.

Un análisis de primera mano realizado por el ex-vicepresidente de Costa Rica, Kevin Casas-Zamora, en cuanto al cambio de Costa Rica en el reconocimiento diplomático de la República de China a la RPC demuestra cómo la anticipación de los beneficios de comercio real, más una percepción en el surgimiento de China como poder mundial, puede dar forma a las acciones políticas de líderes en la región.

El Dr. Lianxin Xiang argumentó que, incluso sin mala intención, no es imposible el malentendido estratégico entre China y los Estados Unidos a medida que China expande su relación con la región.

Mientras que los panelistas discrepan en si había, o debería haber, un «modelo de desarrollo chino», el cual podría ajustarse bien a Latinoamérica, los países regionales miran con atención los ejemplos ofrecidos por China, y hubo un acuerdo general en que esto trae aparejado implicaciones estratégicas.