Los países del Golfo han adoptado importantes medidas nacionales, regionales e internacionales para frenar el flujo de fondos hacia los grupos terroristas en la última década. Se han instituido diversas medidas para regular mejor y asegurar el sector bancario formal, los sistemas alternativos de envío de remesas, como las hawalas, y las organizaciones benéficas del Golfo. Los trágicos atentados terroristas de enero de 2015 en París contra la revista satírica Charlie Hebdo y un supermercado kosher, perpetrados por discípulos de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP) y el Estado Islámico en Irak y el Levante (ISIL) han galvanizado la atención y la demanda mundial para combatir el terrorismo y las redes financieras que financian y apoyan estos actos. En la lucha contra AQAP e ISIL, los Estados del Golfo desempeñarán un papel fundamental en los frentes militar, ideológico y financiero de la campaña para degradar y destruir a estos grupos. Si bien los países del Golfo han realizado importantes avances en la protección de sus sistemas financieros, siguen existiendo riesgos y vulnerabilidades para la financiación del terrorismo, como los donantes privados.