Esta publicación analiza el papel de China y Rusia como competidores estratégicos de Estados Unidos, y cómo han estado expandiendo su influencia en las Américas a través de instrumentos de poder nacional como la diplomacia, la información, y en lo económico. Ahora están involucrados en nuevos dominios que incluyen tecnologías emergentes, el ciberespacio y el espacio exterior. Estos competidores estratégicos han estado apoyando regímenes autocráticos y amenazando la democracia, la prosperidad y la seguridad en la región.