Desde la Independencia a principios de los 1960, ha habido cambios notables en los ámbitos internacionales y regionales, muchos de los cuales tienen importantes implicaciones para la seguridad de los países del Caribe. Algunos de estos cambios están asociados a los problemas del aumento del tráfico de armas y drogas, el desarrollo del crimen organizado transnacional, el incremento de la violencia y la corrupción de instituciones importantes del Estado, incluyendo los sistemas de justicia penal. A pesar de estos cambios y los nuevos desafíos a la seguridad asociados con ellos, ha sido poco el esfuerzo por revisar la política de seguridad nacional y debidamente reformar, de hecho reconfigurar y transformar los servicios de seguridad, para cumplir con las prioridades actuales de la era postcolonial. Este trabajo presenta un esquema para una reconversión más racional de la institución de la seguridad de Jamaica. Se argumenta a favor de una transformación algo radical de las fuerzas de seguridad y un sistema policial que resultaría en mejor control del crimen, un tratamiento más justo de la ciudadanía y que utilizaría mejor los escasos recursos disponibles para la seguridad nacional.