El presente trabajo tiene por objeto presentar un análisis de la política de Alianzas Ad Hoc o coaliciones de voluntad de la administración Bush en relación a la guerra contra el terrorismo. El surgimiento de las mismas representa una política de orden internacional diseñada para combatir de forma efectiva las amenazas que perturban al escenario global en su conjunto, pero que generan divisiones al interior de la comunidad internacional al momento de definirlas y por lo tanto provocan disenso al momento de considerar la mejor manera de combatirlas. El trabajo considera que América Latina debe moverse a participar y profundizar su participación en coaliciones de voluntad debido a que esfuerzos multilaterales regionales permanentes son difíciles de alcanzar por la amplitud de desafíos existentes y por la creciente polarización existente en la región en relación a los EEUU.