América Latina sigue siendo un caldo de cultivo para los grupos violentos, como lo demuestra el auge de los cárteles de la droga en México y las organizaciones narcoterroristas como las FARC colombianas y Sendero Luminoso peruano. Sin embargo, una cuestión que aún no se ha abordado adecuadamente es si existe la posibilidad de que vuelvan a surgir grupos violentos de orientación ideológica, como el EPP paraguayo o el EPR mexicano. Este artículo ofrece una revisión general de la situación de seguridad en la región, centrándose en los grupos armados violentos y discutiendo hasta qué punto pueden tener una ideología política.