Nuevo libro del Centro Perry examina las reglas del uso de la fuerza en los conflictos contemporáneos en América Latina
The Blurred Battlefield
16 Mar 2021
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El libro más reciente del profesor del Centro Perry Pat Paterson examina el complejo entorno de seguridad que enfrentan las fuerzas militares latinoamericanas y las fuentes legales que determinan las reglas del uso de la fuerza. Es un entorno que requiere una doctrina híbrida que se basa simultáneamente en las leyes de la guerra y el derecho penal. Su monografía, The Blurred Battlefield: The Perplexing Conflation of Humanitarian and Criminal Law in Contemporary Conflicts (El campo de batalla borroso: La desconcertante confluencia del derecho humanitario y el derecho penal en los conflictos contemporáneos), recibió el apoyo de una beca de investigación de la Universidad de Operaciones Especiales Conjuntas (JSOU, por sus siglas en inglés).

La violencia en muchos países no es causada por conflictos armados convencionales entre paises, sino por actividades delictivas, frecuentemente tan intensas y violentas como la guerra. En la mayoría de estos casos, no se aplica la Ley de Conflictos Armados (LOAC, por sus siglas en inglés); no hay conflicto armado según la definición legal del término. Sin embargo, estos conflictos de “baja intensidad” son tan violentos que las fuerzas armadas de muchos países han recibido la tarea de apoyar la aplicación de la ley nacional, esfuerzos que se rigen por las leyes penales y de derechos humanos. Las tácticas militares de uso de la fuerza son diferentes de las tácticas policiales. Los países que utilizan su Ejército para operaciones internas necesitan una doctrina híbrida sobre el uso de la fuerza para permitir que los soldados realicen labores policiales.

Los militares en casi cada una de las naciones de América Latina se han desplegado internamente en sus países para luchar contra los grupos del crimen organizado y las organizaciones de tráfico de drogas (DTOs, por sus siglas en inglés). Sin una doctrina legal en la que apoyarse, cada país tuvo que desarrollar una doctrina híbrida de reglas sobre el uso de la fuerza, una combinación entre las armas militares común bajo los Convenios de Ginebra y las reglas restrictivas que usa la policía.

El profesor Paterson analiza los problemas a través de dos lentes separados: primero, desde las Fuerzas de Operaciones Especiales de los EEUU (SOF, por sus siglas en inglés) y segundo, a través de un examen detallado de cómo cuatro países latinoamericanos han manejado – o tratado de manejar – las reglas complejas del conflicto moderno.

Como parte del programa de cooperación de seguridad del gobierno de EEUU, las SOF brindan una amplia gama de asistencia militar a las fuerzas armadas de los países socios de los EEUU. Cada año, las fuerzas especiales del ejército y la armada visitan docenas de naciones y entrenan a miles de fuerzas extranjeras en una variedad de tácticas militares: entrenamiento médico, combate cuerpo a cuerpo, puntería en combate , tácticas de unidades pequeñas, planificación de misiones, puntería de largo alcance, demoliciones y operaciones urbanas, solo por nombrar algunos. Sin embargo, prefieren dejar los requisitos legales para el uso de la fuerza a otros. Las complejidades legales del conflicto contemporáneo son tan profundas que los SOF confían en los oficiales del Juez Abogado General (JAG) (abogados militares) para brindar esa capacitación.

Campo de Batalla Borroso

Profesor Paterson realizando investigación de campo

También él utiliza una segunda lente para escudriñar este entorno desde las perspectivas de cuatro países de América Latina: Brasil, Chile, Colombia y México. En Brasil, los militares se desplegaron en las favelas, los barrios marginales densamente poblados, de Río de Janeiro para combatir las bandas violentas y los grupos de narcotraficantes. El segundo estudio de caso es sobre la complejidad que enfrentan las fuerzas internacionales de mantenimiento de la paz. De 2004 a 2017, como parte de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH, por sus siglas en inglés), las fuerzas de paz Chilenas llevaron a cabo difíciles operaciones militares contra bandas armadas en Haití. El tercer estudio de caso explora el conflicto armado interno de décadas en Colombia, quizás la nación del hemisferio occidental con la doctrina híbrida más desarrollada. El estudio de caso final explora los esfuerzos militares para luchar contra los cárteles de la droga fuertemente armados en México. En cada caso, el profesor Paterson describe el complejo entorno de seguridad y cómo el ejército y los Ministerios de Defensa han navegado por las áreas grises.

La monografía aborda tres cuestiones importantes: (1) la naturaleza de la guerra contemporánea, (2) la participación de las SOF en los esfuerzos de cooperación en materia de seguridad y (3) las reglas sobre el uso de la fuerza. El autor proporciona una breve historia de la LOAC, el derecho penal, y el derecho de los derechos humanos, destaca las diferencias entre los campos del derecho, y examina las políticas de uso de la fuerza en los EEUU. Los lectores aprenderán lecciones sobre las distinciones entre el derecho de los conflictos armados y el derecho penal, en particular sobre cuestiones importantes como la fuerza letal, las tácticas de la escalada de la fuerza, y ​​la detención. La investigación del profesor Paterson para el libro incluyó entre 75 y 80 entrevistas, visitas a las unidades militares de las SOF en los EEUU, y a Brasil, Chile, Colombia y México.

Con un prólogo escrito por el ex Relator Especial de las Naciones Unidas Juan Méndez, esta monografía será un estudio esencial para los encargados de formular políticas y para aquellos cuya tarea es el desarrollo de preceptos granulares para guiar la implementación y ejecución de políticas sobre los campos de batallas. Uno de los revisores escribe, “The Blurred Battlefield es la culminación de años de estudios exhaustivos sobre el uso legal de la fuerza durante operaciones militares y policiales que será la principal referencia para aquellos de nosotros que enseñamos derechos humanos y derecho humanitario a militares y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley”.