Este artículo examina la expansión de las actividades económicas, políticas y militares de la República Popular China en América Latina y el Caribe. Examina cómo la presencia está transformando la región, incluyendo la reformulación de la agenda de sus líderes, empresarios y públicos, los cambios en su infraestructura física, los nuevos patrones del crimen organizado transpacífico, el combustible para extender la vida de los regímenes populistas y los impactos en la forma en que los países miembros se relacionan entre sí. También analiza cómo la nueva presencia de China repercute en los intereses de Estados Unidos en la región y en el mundo, y cómo China complementa, y a veces compite, con otros actores externos de la región, como Rusia, Irán e India.